El artista

Y entonces pienso: ¿de dónde proviene la imaginación? ¿Cómo se crea?¿Cómo se materializa? Uno bien sabe sus capacidades y su forma de ver la vida, sus conceptos, su idealización. Pero todos somos seres humanos, creados bajo la misma estirpe.

Ahí se encontraba ella, mirándome, con aquellos amenazantes ojos. Sus pupilas invitándome a girar sobre una galaxia de colores fascinantes; no me pude contener más, me acerqué a mirar lo que estaba pintando; fue una terrible decisión. Su pintura irradiaba una tremenda visión, al verla mi mundo se me cerró, no pude respirar y la boca se me secó, era un cuadro divino, hermoso, terrible y detestable. ¿Cómo le hacía? ¿Cómo podía?

Yo llevaba 4 semanas trabajando en el mío un pequeño autorretrato en óleo, intensificado por una baja luz, un lúgubre sentimiento, una terrífica pose. 4 semanas de arduo trabajo y esfuerzo, pensando en todo lo que se requería para poder volverme un maestro, un rey, un ídolo. 4 semanas sin dormir, sin pensar en otra cosa, comiendo mal, engullendo mal, digiriendo mal.

-¿Cuánto llevas pintando?- Le pregunté temerosamente.

-2 semanas, pero sólo pinto de vez en cuando- Me contestó la muy ególatra.

Si bien resultaba toda una inspiración pintar al borde de aquel edificio, siempre pensé que una caída en un pequeño descuido mataría a cualquier ser humano.

-Deberías resaltar las sombras- Le dije con alevosía.

-Las sombras están en perfecto estado- Me respondió mientras pintaba, casi ignorándome.

Siempre he pensado que la ira es sólo el reflejo de nuestra perversión, no hay factores externos que influyen, sólo internos, todo esta en nuestra mente.

De una patada la arrojé al vacío. La multitud dio un estruendoso alarido. Cogí su cuadro y huí.

Vendí el cuadro a la semana siguente.

-Lo mejor que has pintado en años- Me dijo el mercader.

-Me he esforzado- Contesté mientras sentía como una gota de sudor resbalaba por mi mente.

Lo pensé y medité toda la noche. ¿Por qué lo había hecho?¿Qué había logrado?¿Podría ser este el ocaso o brillo de mi carrera?

La noche fue larga. Pero en el amanecer me decidí.

Ahora pinto siempre en el mismo lugar. Esperando, encontrar de nuevo alguna «fuente de inspiración».